Tras el rastro del fuego y el hielo en la cueva de hielo de Katla en la isla de Vik

¿Cómo te mueves en una cueva de hielo? ¿Qué hay que ver? ¿Y cómo llegas ahí?
AGE ™ tiene Cueva de hielo de Katla con Tröll Expeditions y estará encantado de llevarlo a este emocionante recorrido.

Visitar una cueva de hielo en Islandia es posible incluso en verano y sin helicóptero. La cueva de hielo Katla Dragon Glass se encuentra en el borde del glaciar y, por lo tanto, es sorprendentemente accesible. Se encuentra en el sur de Islandia, cerca de Vik. En verano, el camino a la cueva es muy relajado en un pequeño camino de grava. En invierno, el super jeep merece su uso. En el camino, nuestro guía nos entretiene con información interesante sobre el país y su gente. Nuestro anfitrión Katla es uno de los volcanes más activos de Islandia y siempre merece una historia.

Un extraño mundo de hielo y cenizas nos da la bienvenida. Escombros negros cubren la capa de hielo en la entrada, porque el volcán activo Katla también ha dejado sus huellas aquí. Sobre unas tablas de madera llegamos a la entrada de la cueva, junto a la cual una pared de rayas blancas y negras se extiende de manera impresionante hacia el cielo. Nuestro guía “Siggi” conoce el glaciar desde hace más de 25 años y nos brinda todo tipo de antecedentes interesantes. Entonces es el momento de ponerse los cascos, los crampones y meterse en el hielo.

Con pequeños pasos y crampones en nuestros zapatos, nos abrimos paso a tientas sobre el duro piso de hielo durante los primeros metros. El agua derretida cae sobre nosotros en la entrada de la cueva y luego nos sumergimos y dejamos que el glaciar nos abrace. Capas de ceniza y hielo se alternan y cuentan la historia milenaria de cambios en la tierra del fuego y el hielo. Para algunos, el camino con los crampones es una pequeña aventura en sí mismo, porque atraviesa superficies de hielo y puentes de madera a unos 150 metros de profundidad en la cueva. En caso de incertidumbre, nuestro guía estuvo feliz de ayudar en uno u otro cuello de botella y, en algunos lugares, las cuerdas también facilitan el manejo del suelo helado, que inicialmente no estaba familiarizado.

Al llegar al final de la Cueva de Hielo, disfrutamos de la sensación de estar nuevamente en medio de un glaciar y todos encontrarán su motivo fotográfico favorito. ¿Es la capa de hielo que se eleva por encima de nosotros? ¿La pequeña cascada que se formó con el agua de deshielo? ¿O la selfie frente al enorme bloque de hielo en la pared de la cueva? Finalmente volvemos por el mismo camino y como ya estamos acostumbrados a caminar con crampones, nuestros ojos ahora pueden concentrarse por completo en la belleza de la cueva de hielo.

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